El término de abducción fue inventado por el filósofo y lógico Charles Sanders Peirce en el siglo XIX. Peirce es conocido como el fundador del pragmatismo y ha realizado importantes contribuciones en numerosos campos, incluyendo la lógica, la semiotica y la filosofía de la ciencia.

En sus escritos, Peirce introdujo el concepto de abducción como un tipo de razonamiento lógico que valora la inferencia de posibles explicaciones a partir de la observación de hechos o datos. Este tipo de razonamiento se diferencia de la deducción, que se basa en inferir conclusiones necesariamente verdaderas a partir de premisas, y de la inducción, que se basa en inferir conclusiones probables a partir de premisas.

La abducción se basa en la capacidad de encontrar explicaciones plausibles y generativas para fenómenos o acontecimientos, aún cuando no haya evidencia concluyente para respaldarlas. Es un proceso creativo y esencial en numerosos campos, como la ciencia, la medicina, el derecho y la resolución de problemas en general.

Peirce estableció que la abducción era una parte integral del proceso de investigación científica y argumentó que era un elemento fundamental para impulsar el descubrimiento de nuevas teorías y conceptos. Su trabajo ha tenido una influencia significativa en la epistemología contemporánea y en la forma en que comprendemos el razonamiento y la investigación científica.