La Torre Eiffel es uno de los monumentos más icónicos de Francia y es considerada una de las estructuras más reconocidas en el mundo. Su construcción fue un desafío arquitectónico que requirió de mucho tiempo y esfuerzo.

Gustave Eiffel fue el ingeniero encargado de diseñar y supervisar la construcción de la Torre Eiffel. La idea de construir una torre de hierro para la Exposición Universal de 1889 en París surgió en 1884.

La construcción de la Torre Eiffel comenzó en enero de 1887 y se concluyó en marzo de 1889. Es decir, se tardó aproximadamente 2 años y 2 meses en completarla.

Para construir la Torre Eiffel, se utilizaron más de 18,000 piezas de hierro y cerca de 2.5 millones de remaches. Fue un proceso meticuloso que involucró a más de 300 obreros.

La construcción de la Torre Eiffel se dividió en varias etapas. La primera etapa consistió en la construcción de las bases de cimentación, que requirió la excavación de pozos profundos.

A medida que avanzaba la construcción, se fueron ensamblando y elevando las estructuras metálicas que conformarían la torre. Cada parte de la torre se construía en el suelo y luego se elevaba mediante grúas y andamios.

La estructura de la Torre Eiffel se completó en noviembre de 1888. Luego se procedió a la instalación de los ascensores y las escaleras.

Finalmente, el 31 de marzo de 1889, la Torre Eiffel fue inaugurada ante una multitud de personas que quedaron maravilladas con su imponente presencia y su diseño innovador.

Hoy en día, la Torre Eiffel es uno de los destinos turísticos más visitados del mundo y se ha convertido en un símbolo de París y de toda Francia. Su construcción fue un logro impresionante que perdura hasta nuestros días.